8.4.05

In good company - Estreno el 15 de abril

Hace poco os recordamos una película, “The Island”, de la que os habíamos hablado tiempo atrás. Junto a ésta, anunciábamos una serie de estrenos esperados para este año que recogía la revista “Imágenes”.
Hoy Cine Actual ha tenido ocasión de ver uno de esos esperados estrenos, en este caso para mayo. Se trata de “In Good Company”, protagonizada por Dennis Quaid y Topher Grace. Aunque destacan junto a ellos los nombres de Scarlett Johansson (“Lost in translation”) y el de la televisiva Marg Helgenberger (“CSI: Las Vegas”), esta película es un pulso constante entre los dos personajes masculinos. Podríamos estar nuevamente ante esa clase de historia que pone frente a frente a un actor veterano y a uno considerado “novato” (“Juego de espías” con Robert Redford y Brad Pitt, “La prueba” con Al pacino y Colin Farell…) pero, digamos que, Quaid no ha llegado a alcanzar esa categoría. Hay que decir, sin embargo, que tras una etapa de capa caída, Quaid reapareció con “Frequency”, “El día de mañana”… y desde entonces ha sido bien reconocido su trabajo. Ahora con el personaje de Dan Foreman parece reafirmar esta nueva condición que ostenta: la de un actor recuperado.

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No estamos por tanto ante una historia de duelo entre titanes y aspirantes a serlo, de David contra Goliat… nos encontramos con el reflejo de nuestra sociedad. Una sociedad en la que prima el mercado, la empresa, los beneficios por encima incluso de los empleados que hacen posible esa empresa, esos beneficios, donde en lugar de “despedírseles”, se “les deja ir”. Y en medio de esa realidad, dos personajes: Dan Foreman, veterano jefe de ventas de publicidad de una revista de deportes, y Carter Duryea que llega dispuesto a quitarle el puesto. Surge entre ellos una relación compleja, de animadversión que nace y evoluciona a lo largo del metraje acompañados por las circunstancias que a cada uno rodean y que vamos conociendo de forma dosificada y adecuada, no sólo por la mesura de los diálogos sino por los planos con los que el director juega, primerísimos planos a los que no estamos acostumbrados y que a veces incluso recogen únicamente la mirada del que habla.

Paul Weitz evita el melodrama fácil con inteligencia, y nos lleva de la cotidianidad a la montaña rusa que llena de altibajos la vida de estos dos personajes, removiendo nuestro interior sin llegar a producirnos emoción simple y gratuita. Inteligente hasta en la elección de la música, encuentra momentos con los que realmente envuelve al personaje con ella y nos llega a través de la pantalla.
En definitiva, “In good company” es de ese cine inteligente que llega en tiempos de cine de otra especie…

1 Comments:

At 2:07 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

Quaid, es de esos actores que siempre me ha causado un mal rollo impresionante. Cada vez que lo veo se me ponen los pelos de punta, no sé...

 

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